Plantando patatas en Isla Menor
Unas tres semanas más tarde, las papas de invierno ya están listas para pasar a tierra, así que las sacamos del zulo y las ponemos a airear.
Unos días antes las cortamos, para curtir el lado fresco y refregamos con ceniza, con la intención de favorecer la cicatrización de la parte húmeda y prevenir la aparición de hongos.
Para entonces, ya teníamos preparados los caballones al modo tradicional, bien abonados con estiércol de caballo y en descanso con abano verde desde hacía unos meses. Este año hemos vuelto a rotar, teniendo en cuenta el mildiu que acabó con la cosecha del año pasado.
Las hemos asociado con los ajos y como siempre, hemos plantado semillas de capuchinas donde nos ha parecido.
Hoyito, seis centímetros y la siguiente.
El humus de lombriz no podía faltar y antes de enterrarlas le hemos echado un par de puñados. Esto siempre ayuda…
Ya al atardecer, rociamos los caballones con extracto de cola de caballo, otra vez y por si acaso, para prevenir los hongos ¡Este año no nos cogen por sorpresa!
Ahora a esperar y continuar laboreando. Os mantendremos informados.